MI PADRE (ongoing project)
Hace mas de 15 años no visitaba un hospital, pase varias noches con El en la clínica hace tiempo cuando le dio una recaída por el azúcar.
Pasillos, santos y doctores me acompañan en las noches mientras espero y espero diagnósticos y resultados de exámenes.
Veo como mi padre se bebe una tras otra bolsas enteras de suero, también veo como llegan y llegan ambulancias con personas tal vez mejor o peor que mi padre.
una enfermera luego de sacar sacar sangre a mi padre, le deja una carita feliz en su mano.
Los signos vitales, aveces estables, a veces tenues, la tensión por las nubes y la respiración baja.
en cada habitacion de hospital, un cristo... símbolo para aferrarse, para no decaer, en algo debe poner la fe la gente antes de darse por vencida o caer en la locura
mi madre, la fiel compañera que jamas lo deja solo, que jamas le falla, la que lo entiende y siempre lo alienta a salir adelante... la mas valiosa mujer.
Las cortinas de urgencias parecen tragarse a mi padre, quisieran no darle paso a que siga su vida, sino que parece que quisieran atraparlo y mantenerlo allí.
La dialisis, un procedimiento que limpia la sangre y extrae líquidos del cuerpo cuando los riñones no funcionan, un procedimiento con el que tendrá que vivir mi padre el resto de su vida.
Me pregunto si estos pacientes solitarios que amaneces en el hospital, reflexionaran sobre su salud, su enfermedad, su soledad y su olvido.
La comida de hospital siempre sera horrible para el gusto.
Siento ausencias, siento vacíos, veo formas nuevas, cosas que viene y otras que quedan atrás.
no quisiera experimentar la sensación de no poder respirar, de ahogarse, me he sentido ahogado por los problemas, pero jamas sin aire.
de una lado para oro, conectado a mil maquinas, haciendo mil exámenes, dos mil diagnósticos... y las respuestas... pocas
oxigeno
Gente llega, gente va y sigo aquí sin respuestas viendo como la salud de mi padre decae.
cada mañana una ilusión, esperando una respuesta, una buena noticia. Salir de aquí anhela toda la familia.
Los muros que retuvieron a mi padre por casi dos meses lo ven partir.
Los sombreros, los santos, las lociones y los medicamentos, ahora testigos de lo que viene luego de esta recaída.
el cigarrillo, el alcohol, azúcar y hasta los fierros de hierro que cargo por tanto tiempo le pasaron cuenta de cobro, la salud de mi padre no es la mejor y ahora su vida no es igual que hace un tiempo, ya sus brazos no son tan fornidos como los recuerdo de niño, ya sus piernas no funcionan como antes y ahora depende de muchas personas para poder hacer lo que antes prefería hacer solo.
Crecí en un hogar de estrato social medio bajo y desde muy pequeño vi trabajar a mi padre largas jornadas entre semana. Salía de casa entes de que amaneciera y volvía a veces ya cuando estaba dormido. Los viernes de quincena despertaba a mi madre a la madrugada para que le sirviera caldo y así poder lidiar con la borrachera, mi padre organizaba muy bien su dinero, pues se tomaba sus tragos, pero jamás nos faltó nada en casa. Era un hombre bajito, pero fornido, tenía grandes y musculosos brazos formados por los hierros con los que trabajaba, en casa siempre hubo un respeto ante la palabra y la autoridad de mi padre, siempre le tuve miedo a sus grandes brazos, por eso no daba pie para que se molestara. Tuve una infancia ausente de televisión, de libros y en ocasiones de padre, trabajaba tanto que era muy escaso el tiempo que compartía con El. Los domingos acostumbrábamos ir al parque a comer en el pasto y jugar fútbol, mi madre, pésima arquera nos seguía la corriente y se sumaba al juego… así pase mi niñez, ingenua, saludable junto a mamá y papá.
Cuando yo cumplí 11 años nació mi primer hermano, pasados dos años nació el otro, mi padre volvió a criar un recién nacido a sus 45 años. Su barba empezaba a tornarse un tris blanca y en su cabello ya había unos brillos blancos que más adelante se prolongarían en su totalidad. La infancia de mis dos hermanos no fue tan solitaria como la mía, tampoco tuvieron tanto contacto con la tecnología, claro, tuvieron una gran preferencia por los juegos de video. Un padre ejemplar, responsable, fumador a veces compulsivo, buen sentido del humor y coqueto por naturaleza… insaciable trabajador, no podía quedarse quieto. Dio a sus tres hijos el mejor ejemplo, para El siempre el trabajo fue una prioridad y nos inculcó siempre trabajar duro para alcanzar nuestros sueños, sabias palabras del viejo.
Podría escribir hojas enteras contando anécdotas familiares y personales, nadie se imaginó que a sus 65 años mi padre tuviera un cambio tan drástico en su vida… el cigarrillo, el alcohol, azúcar y hasta los fierros de hierro que cargo por tanto tiempo le pasaron cuenta de cobro, la salud de mi padre no es la mejor y ahora su vida no es igual que hace un tiempo, ya sus brazos no son tan fornidos como los recuerdo de niño, ya sus piernas no funcionan como antes y ahora depende de muchas personas para poder hacer lo que antes prefería hacer solo… este trabajo es una catarsis personal, una manera de desahogar el dolor de ver un padre enfermo, una manera de plasmar el dolor y mostrar lo complicado que es la enfermedad y lo difícil que es volver a salir a la luz cuando solamente ves oscuridad… una manera de mostrar cómo cambia la vida en un abrir y cerrar de ojos.
[Ongoing proyect]